El fabricante de relojes MB&F es conocido por sus singulares y altamente sofisticados relojes, que combinan un extraordinario diseño con magníficas prestaciones. El nuevo Balthazar, un robot-reloj, no es ninguna excepción. No sólo alberga el sólido aspecto de una pieza de ingeniería de alta precisión, sino que de eso se trata exactamente: 618 componentes conforman su estructura y mecanismo; más piezas que en muchos de los relojes más complejos.
El MB&F Balthazar es un sofisticado e imponente reloj de gran precisión con horas saltantes, segundero retrógrado y una reserva de marcha de 35 días. Y también viene con un lado oscuro – como todos nosotros.

El lado más luminoso de Balthazar muestra una reserva de marcha de 35 días, el reloj incluye horas saltantes ralentizadas y minutero de barrido por medio de los dos discos situados en su pecho, mientras el indicador de reserva de marcha se sitúa en su abdomen. Esta cara del reloj puede parecer amable, aún así siempre permanece en guardia: Los ojos rejos de Balthazar, que continuamente escudriñan los alrededores, son en realidad indicadores retrógrados de 20 segundos.
El «Cerebro» de Balthazar, bajo la cúpula de cristal, es el órgano regulador del movimiento. Su animado balanceo muestra un oscilamiento constante de forma que, aunque parezca mantenerse quieto, Balthazar está continuamente calculando.
Cuando giras su torso 180 grados descubres una versión mucho más terrorífica del robot reloj junto con un indicador de doble fase lunar que sólo necesita un ajuste cada 122 años. Puede ajustarse manualmente. Con el Balthazar giratorio todo cambia: El sonriente Balthazar se vuelve tenebroso, o viceversa. Su lado oscuro revela la naturaleza más sombría del robot: Una calavera metálica con amenzantes dientes y hundidos ojos de rojos rubís.

Pero el MB&F hace algo más que mostrar los husos horarios: Además de girar alrededor de las caderas, sus brazos se mueven tanto a la altura de los hombros como de los codos, y sus manos se unen y sujetan objetos – ¿No es genial?
Por encima de todo ello, el escudo de Balthazar esconde y protege el secreto de su increíble fuerza: Una llave alojada en su interior que sirve para darle cuerda y ajustar le hora.