Muchos clientes nos han pedido unas instrucciones para acortar la pulsera de acero de sus relojres ellos mismos. Normalmente aconsejamos que las pulseras las acorte un relojero experimentado pero es cierto que quien sea habilidoso y cuidadoso, también puede conseguirlo uno mismo.
Para acortar una pulsera de acero uno debe hacer una buena observación del estado y las caracerísticas de la misma. Por la parte trasera, la gran mayoría de las pulsera adaptables, encontramos unas flechas, siempre indicando la dirección en la cual debemos empujar el pasador. Podéis apreciarlo en la siguiente fotografía:
No intentéis jamás, empujar el pasador en la dirección contraria a las flechas ya que esto podría dañar el pasador. El pasador podéis retirarlo de varias maneras, una, la más indicada es hacerlo con la ayuda de una herramienta que utilizan los relojeros. Podéis verla en la siguiente fotografía:
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Normalmente podéis obtener el mismo resultado martilleando suavemente una aguja gruesa con un pequeño martillo de goma . Debéis tener cuidado de no arañar la pulsera por error si resbaláis mientras estáis martilleando.
El pasador es una especie de pinza con una apertura solamente por uno de los lados (ver fotografía). El pasador debe retirarse siempre por el lado de la apertura. Si se tratase de una pulsera que no tiene las flechas que decíamos antes, podéis guiaros por la apertura y martillear siempre donde no apreciamos apertura de forma que el pasador siempre salga por el lado correcto.
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De esta manera podéis acortar la pulsera a la largura idonea. Los relojeros tienen una sexto sentido para saber cuántos eslabones han de retirarse pero si no stáis seguros… sólo tenéis que hacer la prueba! 
Cuando la pulsera tiene la largura deseada, debéis introducir el pasador nuevamente entre los eslabones. Importante es que introduzcamos logicamente el extremo donde no vemos apertura. El pasador debe desaparecer completamente en el orificio.
Si estáis acortando una pulsera que tiene las famosas flechas por la parte trasera, no olvidéis introducir el pasador en el sentido opuesto a las mismas para evitar daños.
¡Si os resulta muy aparatoso siempre podéis dejar que un profesional lo haga, el precio suele variar entre 5,- y 10,- €!
